Hoy ponemos de manifiesto lo importante que resulta notar una mejora en tus digestiones. Analizaremos cómo afecta el cocinado, los diferentes tipos de alimentos y tus hábitos a tus digestiones.
Haremos una diferenciación en el cocinado y qué tipos de alimentos incluir en las comidas.
El cocinado
Es importante comprender que la manera en que cocinas los alimentos afecta a tus digestiones. Nuestro aparato digestivo, desde el estómago, pasando por nuestro intestino delgado hasta finalizar en el intestino grueso nota en gran medida qué alimentos o preparaciones tiene que digerir. Podemos decir que nuestra flora intestinal es nuestro segundo cerebro. Ésta siente y padece todo lo que comemos.
Recuerda incluir preparaciones ligeras con cocinados poco agresivos o no muy pesados.
Prioriza la utilización de horno, plancha, olla frente a rebozados o fritos. Si prestamos atención a la manera de cocinar los alimentos podemos resaltar la grasa utilizada para su cocinado o el tipo de cocción. En España disponemos de un aceite de calidad como es el aceite de oliva virgen extra. Lo utilizaría como grasa principal para el cocinado o como añadido a las ensaladas en crudo. Ya que es un aceite que aguanta más tiempo sin estropearse a altas temperaturas frente a otros aceites que se altera antes su estructura química con el calor.
Cuidado cuando quemas o calientas los alimentos en exceso
Cuando hablamos de exposición de los alimentos al calor, es preferible que no preparemos los alimentos a altas temperaturas con aceites muy calientes o humeantes. Eso quiere decir que el aceite está perdiendo propiedades. Debemos evitar quemar, carbonizar o freír en aceite muy caliente, reduciendo así también la presencia de sustancias cancerígenas como las aminas heterocíclicas (HCA) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH). Ambos producidos por quemar el alimento o cocinarlo a altas temperaturas.
Mejora tus digestiones incluyendo buenos alimentos
Es importante diferenciar entre alimentos frescos, procesados o ultraprocesados. Siendo estos últimos un tipo de alimentos que debemos limitar en nuestro consumo diario. Que un alimento sea procesado no quiere decir que sea perjudicial, como todo hay que atender a su grado de procesamiento e ingredientes de dicha preparación. Cuando incluyes alimentos frescos o poco procesados en tu alimentación estás en un proceso de mejora de tus digestiones. Como hablamos anteriormente tu aparato digestivo es tu segundo cerebro, este siente y padece todo lo que ingerimos a través de la boca.
Mejora tus digestiones con productos frescos
Podemos comenzar por añadir verduras u hortalizas frescas a nuestros platos principales. Si incluyes una preparación de verdura en tus platos mejorarás tus digestiones en gran medida. Utiliza aquellas que te gusten, dale un toque sabroso añadiendo especias o un chorrito de aceite de oliva en crudo y disfrútalas como acompañantes. Para complementar tu plato debes utilizar una porción de proteína. Puedes utilizar proteína vegetal o animal. Si utilizas por ejemplo pescado o carne, procura que sean comprados en pescadería o carnicera y sean productos poco procesados.
Evita tumbarte tras una comida o una cena
Es importante que después de una comida no te tumbes, ya que favorecerás la acidez y dificultarás tus digestiones. Es interesante moverse un poco. Puedes optar por dar un pequeño paseo, favoreciendo así un mejor tránsito intestinal.
Recuerda que hay que prestar atención a tres puntos importantes:
- El cocinado de los alimentos
- Qué tipo de alimentos utilizo
- Postura tras las comidas
Como todo depende del tiempo que tengamos, la sensación de cada persona y sus hábitos diarios. Pero estas recomendaciones seguro que te ayudarán a mejorar en gran parte tus digestiones.
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